jueves, 24 de abril de 2014

Series

En primer lugar, para hacer un trabajo de estas características es necesario adquirir un cierto nivel de madurez deportiva, además del condicionamiento físico para obtener un mínimo de resistencia orgánica, lo que vulgarmente conocemos como fondo. Además, se debe establecer una serie de adaptaciones músculo-esqueléticas al entrenamiento para que nuestros músculos, tendones, huesos y demás estructuras corporales se adapten al estrés al que se someten en los entrenamientos en series.
En segundo lugar, el aspecto psicológico de este tipo de trabajo es muy importante. Las repeticiones seguidas de cortas distancias a un ritmo elevado con poca recuperación, suponen un tipo de entrenamiento muy monótono y agónico para un deportista sin objetivos concretos, o sin la madurez atlética de los profesionales.
Este tipo de entrenamiento propicia una mayor quema de grasas, ya que tras el entrenamiento de intervalos el metabolismo sigue quemando calorías en mayor proporción que en los rodajes normales. No obstante, como ya se ha comentado anteriormente, para llevar a cabo este tipo de trabajo es importante disponer de un mínimo de experiencia deportiva previa.
Por último, y más dirigido a entrenadores, es necesario tener el cuenta que las personas a las que se destinan estos ejercicios, por regla general, quieren disfrutar del entrenamiento. Según los intereses de cada uno, todos los tipos de trabajo tienen su momento y lugar apropiado durante un plan de entrenamiento.

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